Viendo al tiempo detenerse...

Aún estando en lo alto observo lo frágil de esta etapa, estoy tratando de comprender el rumbo a seguir, procurando no dañar los alrededores del mundo de allá afuera, aún es pronto para pensar de manera singular. Hay un sentimiento al que la vida se aferró de manera plena. Los días nos hicieron vulnerables cuando nos presentó el amor, pues este ha dado en un lugar que estaba aún sin descubrir, que me hizo ver lo que no había visto y que fue avanzando sobre un sendero de rocas que se hacían, en ocasiones muy distantes las unas con las otras.

Sobre este sendero avanzaban 2 sentimientos que se complementaron y que fue capaz de tocar lo mas alto de la vida. El presente iba siendo cada vez mas propicio, los momentos llegaron a la memoria en un lugar donde no siempre se llega, tanto que el pasado es capaz de alimentar este presente, nutriendolo y viendo el futuro de estas almas complementadas, aún juntas, con el tiempo y el viento a favor.

Hoy el sendero ha hecho distante una roca de la otra, y estamos detenidos, detenidos junto al tiempo... tratando de cruzar, las posibles están, LAS VEO, sé que podremos pasar, aún sabiendo que el salto tendrá que ser largo, y que sea capaz de pasar por sobre los mil obstáculos humanos que nos rodean.

Quiero seguir, veo en esa dirección el rumbo, junto a ti, junto a ese sentimiento que me nutre y que nos hace cada vez mas fuerte. Desde acá arriba lo veo y confío que el tiempo no lo derrumbara, por mas grandes que sean las distancias que nos separen. Me detengo con el tiempo a pensar y a preguntarme ¿que hacer?, lo que siento me da la respuesta de seguir adelante con esto, es posible, y algún día el tiempo que nos hizo pensar nos dará un lugar.

"Donde el corazón te lleve, ese será tu motor, tus piernas serán el amor"

La vida al final de su tiempo

... y aquí, en ese suelo fértil en el que me envolviste de historias del pasado, tanto conociste y tanto enseñaste. Es que la vida durante tus 90 años te hicieron caminar por sobre las décadas del tiempo. Viviste los cambios que marcaron tu generación, la de tus hijos, nietos y bisnietos, muchas veces no comprendiste lo que pasaba ahí afuera, los años parecieran que no pasaban, pero no era así, todas esa historias que se depositaban en cada arruga eran producto de lo fugaz que había sido la vida. Esas largas horas de navegación ajustando las velas del viejo chalupón para recalar en tu destino, el cultivar la tierra, organizar el ganado, el campo, el bosque... te hicieron pasar desapercibido los minutos, dedicaste tanto tiempo en formar y ver crecer a tu familia que de pronto llegaron los años, ese cigarro que acompañó las largas noches de invierno hacía florecer sus marcas. Nos hablabas en tiempo pasado, ya el futuro no importaba, nos enseñaste tantas cosas que la vida te enseño, nos contaste tantas historias que nunca dejaron de ser agradable a la hora que sea, incluso cuando la voz solía ser inaudita.

Tú mente frágil y pies cansados, una mirada ida pero tan cercana a los tuyos, nos decían que la vida llegaba al final de su tiempo. Te miré muchas veces y escuché con atención esas palabras que no se escuchaban, sentía miedo de lo que pasaría, y orgullo de ser tu nieto. Había aprendido tanto, y tanto hay en mi que te recuerdo siempre, no olvidare aquel hombre que me vio crecer, y que se ganó tan dentro mio aquella madrugada cuando te fuiste. Descansa en paz viejo querido, aquí tu sangre aún circula por la vida. TE AMO!